Ilustraciones

Estos dibujos empezaron el año 1997, a través de esta serie de 14 ilustraciones donde Lee quiere narrar una historia. Toda su obra en si están representados en entornos mágicos, barrocos, plagados de flora y fauna fabulosa de los dos continentes que le unen. Los idílicos personajes son el eje central de la composición de su obra que, trabajada como si tratase de vidrieras, donde la repetición y el trazado holístico, obsesivo, se convierten en métodos creativos cargados de un alto contenido introspectivo adquiriendo el aspecto de una delicada joya. Cada uno de los trabajos de Lee es un microcosmos de imágenes recordadas y congeladas en el que diferentes seres imaginarios parecen contar un cuento o te canten. La fuerza de los colores y el desarrollo de una serie símbolos muy personales le servían -le sirven todavía- para explorarse a si mismo y a su entorno.